
Figura 1: Paciente con coroidopatía serosa central. Se observa líquido a nivel macular y punto amarillento correspondiente a zona de fuga en EPR
La patología médica de la retina engloba diferentes entidades de origen vascular, degenerativo, idiopático o inflamatorio, que en general requieren un tratamiento médico. Entre las de origen vascular las más frecuentes son la retinopatía diabética y las oclusiones vasculares de la retina principalmente las de tipo trombótico que afectan a las venas. En este tipo de patologías el tratamiento suele combinar la fotocoagulación con láser y las terapias intravítreas, ya sea con fármacos de acción anti VEGF (vascular endotelial growth factor), o con implantes de liberación lenta de dexametasona. Por otra parte debe incidirse sobre los factores de riesgo modificables como son la: hiperglicemia, hipercolesterolemia o la hipertensión arterial.
Entre las enfermedades de la retina de origen desconocido o idiopático la más frecuente es la coroidopatía serosa central. Esta enfermedad se localiza en la mácula y se produce por una alteración en una capa de la retina que se denomina epitelio pigmentario de la retina (EPR). El EPR tiene una función de barrera que pierde por causas no del todo comprobadas, pero que parece ser que se
deben al incremento de una hormona denominada cortisol. El incremento de cortisol, que se produce en situaciones como por ejemplo el estrés, induciría un aumento de la permeabilidad y un “encharcamiento” de la retina por paso de fluido desde el EPR. Por lo general, la enfermedad es autolimitada y el fluido se reabsorbe de forma espontánea, pero en ocasiones si la agudeza visual no se recupera y el fluido persiste, se recomienda el tratamiento con láser sobre los puntos de fuga en el EPR. (Figura 1)
Con respecto a la patología degenerativa, las más frecuentes son: la Degeneración Macular Asociada a la Edad (DMAE) y las distrofias de la retina. Las distrofias de la retina son enfermedades de base genética con diferentes patrones de herencia que producen pérdida progresiva de la agudeza visual. Entre ellas, las más frecuentes son la retinosis pigmentaria y la enfermedad de Stargardt. El diagnóstico se basa en la historia familiar, la historia oftalmológica, las características de las lesiones de fondo de ojo y las pruebas de electrofisiología ocular. Es importante en estos casos poder hacer un estudio genético. Recientemente están apareciendo nuevos tratamientos como la terapia génica pero que se encuentran en fase de ensayo clínico. (Figura 2)
Me han operado con lacer la retina por que tenia cortisol hace 8 dias pero no puedo ver.. cuando voy a poder ver?